La palabra “equinoccio” proviene del latín y nos indica que la noche dura la misma cantidad de horas que el día, o sea exactamente 12 horas y 12 horas.
El equinoccio de otoño, representa la madurez en nuestras vidas, un tiempo de descanso entre el trabajo de lo cosechado y el período de invierno que se avecina.
Si aunamos lo que representa la época del equinoccio de otoño, con lo que impacta astrológicamente una luna creciente en Aries, debemos estar al tanto que se nos avecina un período en donde será propicio realizar cambios, que impactarán nuestras vidas para siempre y que es momento para tomar las decisiones que tanto hemos postergado.
Este equinoccio es propicio para renacer, tomando como base lo que hemos logrado hasta el momento, revisar qué resultados o situaciones en nuestras vidas hemos obtenido, cuáles mantener o cambiar, para hacer los correctivos necesarios y tomar las decisiones coherentes, con los logros que deseamos o los nuevos caminos que querramos transitar.
Durante este domingo 23 de septiembre será ideal meditar y visualizar con un corazón lleno de celebración, lo nuevo a concretar en nuestras vidas, tal como si fuera una realidad presente. De igual manera es muy importante hacernos un generosos agradecimiento tanto a nosotros mismos como a nuestros seres queridos por lo logrado y recorrido.
No olvidemos que el equinoccio de otoño 2007, se iniciará con el ciclo de Libra. Signo que tiene como norte lograr acuerdos, armonizar, equilibrar y decidir cambios diametrales importantes.
Como recomendación es ideal poder celebrar en compañía de amigos y/o familiares, una buena comida en grupo, cantar, bailar y dar las gracias en voz alta por lo cosechado en nuestras vidas. Los colores naranja, dorado, café y violeta son tonos ideales para decorar, junto a arreglos de frutas, frutos y verduras colocadas en medio círculo en la mesa central, brindar con vino o cerveza para honrar y celebrar la cosecha.
Recordemos que estamos iniciando una etapa de reflexión, sobre la evolución de los ciclos. Siempre podremos celebrar nuestros éxitos y aprendizajes, agradecernos tanto a nosotros como a los que nos ayudaron y recorrer con alegría y tolerancia el "maravilloso camino del medio", donde podemos contactar con el equilibrio interno que nos genera paz y felicidad.
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